“¿Ellxs y nosotrxs? Discapacidad, trabajo y sexualidad. Hacia una mirada integral y compleja”

Docente: Lic. Érica Martínez MP. 13.224

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Fundamentación

Las perspectivas en torno a la discapacidad, han ido evolucionando con el correr de los años y, en ese sentido, hoy estamos en presencia de una transición de paradigmas.

Díaz Velázquez (2009) sostiene que el paradigma de la rehabilitación enfoca el problema en el individuo y en sus deficiencias y, mediante la intervención de los profesionales, tiene como finalidad adaptar o normalizar a las personas con discapacidad. Por otro lado, el incipiente paradigma de la autonomía personal, centra el análisis no en la persona individual con una deficiencia de salud, sino en lo social.

Considera que es el entorno lo que discapacita y en efecto, genera discriminación y exclusión. Esta transformación es epistemológica, ética y social y ha implicado también una manera diferente de nombrar al colectivo de personas con discapacidad. Mareño Sempertegui y Masuero (2010) expresan que la militancia por el reconocimiento de la diversidad y la dignidad como partes inherentes de la naturaleza humana, han llevado a los activistas del foro de Vida Independiente originado en España, a la denominación de este colectivo como personas con diversidad funcional.

Dicho foro considera que los conceptos habituales como lo son: deficiencia, minusvalía e incluso discapacidad, son peyorativos y discriminatorios. Sin embargo, este giro conceptual no busca aficionarse en los modos de nombrar la discapacidad, sino que intenta visualizar el impacto en las subjetividades, que tienen las maneras de percibir, pensar y mencionar al otro.

Para entender la discapacidad como una construcción social, es necesario retomar la perspectiva de la complejidad de Morin (1999), quién al respecto sostiene que el conocimiento pertinente debe enfrentar la complejidad y comprender que los elementos constituyen un todo interdependiente. Un tejido entrelazado e interactivo ente objeto de conocimiento y contexto, las partes y el todo, y las partes entre ellas como una alianza.

En este sentido, Almeida y colaboradores (2010) manifiestan que al imponerse el orden de lo biológico como algo que está ahí, visible y con lo que no se puede lidiar, se tiende a reducir al sujeto al déficit, enumerando todo aquello que no podrá hacer, como una suerte de profesía fatalista en donde diagnóstico y pronóstico se presentan de modo irrevocables.

A la concepción simplista, se contrapone la perspectiva de la complejidad que permite renunciar a las leyes fijas y a los binomios normal/patológico, e integra y habilita la intervención multidisciplinaria en el campo de la discapacidad. Con ello, no se pretende negar el aspecto biológico, pero sí poner en discusión los efectos ideológicos manifiestos de una disciplina tradicionalmente hegemónica y reduccionista.

Si se entiende que es el entorno lo que discapacita, se puede visualizar que el acceso a un puesto de trabajo y al libre ejercicio de la sexualidad, no son la excepción.

En lo que respecta al trabajo, Almeida (2009) pone en tensión el supuesto que sostiene que la discapacidad produce exclusión entendiendo que se produce el fenómeno opuesto, es decir que la exclusión produce discapacidad y que es el modo de producción capitalista con su lógica estructurada en la desigualdad, lo que cristaliza la ideología de normalidad.

En cuanto a la sexualidad, Peirano (2014) expresa que todos los sujetos son seres sexuados y eróticos, pero que este aspecto tan constitutivo y privado no parece ser considerado en personas con diversidad funcional. Las características anatómicas y sus apoyos respectivos como por ejemplo muletas, sillas, prótesis, etc. interfieren en el encuentro sexual y afectivo con un otro por la significación médico- rehabilitadora que suponen. En relación a esto, la autora pone en evidencia los múltiples mitos que giran en torno a la sexualidad e intenta desarticularlos considerando que la autonomía física no es sinónimo de autonomía moral y, que la capacidad de poder realizar funciones de manera autónoma no debería tener que ver con el deseo y la necesidad de amar y ser amado.

Por su parte, la maternidad también se convierte en un derecho vulnerado y condicionado. Cruz Pérez (2014) entiende que la elección de ser madre ha dejado de ser una decisión individual o de pareja y se ha convertido en un hecho público regulado por expectativas sociales acerca de cómo debe ocurrir y quién podría acceder a ese derecho.

La articulación entre discapacidad y trabajo y, discapacidad y sexualidad, intenta realizar una lectura y comprensión diferente a los discursos hegemónicos imperantes y los prejuicios sociales que limitan el ejercicio de los derechos reconocidos en la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, sancionada en el año 2006.

Por todo lo expuesto y para concluir, el objetivo general del taller será repensar la discapacidad promoviendo mirada crítica en torno a la misma. Para ello, se pretende puntualizar y ahondar en el material bibliográfico como también, contar con la participación y los testimonios de personas que con frecuencia sortean obstáculos y barreras no solo materiales, sino y fundamentalmente, sociales.

Objetivos

General:

  • Promover una mirada crítica en torno a la discapacidad.

Específicos:

  • Poner en tensión concepciones relacionadas a la definición de discapacidad.
  • Presentar el modelo social de la discapacidad y su vinculación con la Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad.
  • Cuestionar los discursos tradicionales y hegemónicos de la discapacidad, atendiendo a los prejuicios y limitaciones de derechos.
  • Fomentar una mirada sensible respecto a los derechos y los deseos de las personas con diversidad funcional.

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Bibliografía

  • Almeida, M. (2009). “Exclusión y discapacidad: entre la distribución y el reconocimiento”. En: “Discapacidad e ideología de la normalidad. Desnaturalizar el déficit”. Capítulo Nº10. Editorial Noveduc.
  • Almeida, M.; Angelino, A.; Kipen, E.; Lipschitz, A.; Marmet, M. y Zuttion, B. (2010). “Nuevas retóricas para viejas prácticas. Repensando la idea de diversidad y su uso en la comprensión y abordaje de la discapacidad”, en Política y Sociedad, vol. 47, Nº1, pp. 27-44.
  • Cruz Pérez, M. (2014). Perinatología y reproducción humana. SciELO. Volumen 28. Nº 2 (pp. 91-96).
  • Díaz Velázquez, E. (2009). “Epistemología de la discapacidad”, en Intersticios. Revista sociológica de pensamiento crítico, vol. 3, Nº2, pp. 85-99.
  • Levin, E. (2003). Cap. 1. La infancia del otro cuerpo (pp. 21-42). En: “Discapacidad. Clínica y educación. Los niños del otro espejo”. Buenos Aires: Editorial Nueva Visión.
  • Mareño Serpentegui, M. y Masuero, F. (2010). La discapacitación social del “diferente” en: Intersticios Revista Sociológica de pensamiento Crítico. Vol. Nº4 (p. 95).
  • Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para una educación del futuro. UNESCO.
  • Peirano, S. (2014). “Mitología de la sexualidad especial: el devenir del deseo en minusvalizantes necesidades. Ponencia publicada en el marco del I Simposio del observatorio de la discapacidad. Perspectivas y retrospectivas en torno a la discapacidad y las Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Quilmes.

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