Desde un espacio de análisis o psicoterapia invitamos a pensar juntos algunos elementos actuales que atraviesan la crianza de los niños hoy y las dificultades que tienen algunos adultos para poder acompañarlos, educarlos, cuidarlos y poner límites que los ayuden a crecer.
No hay recetas que digan qué si y qué no, hacer como padres. Para eso ya hay muchos libros de autoayuda, personalidades en la televisión, amigos, algunos profesionales también, etc. que si lo hacen. Si alguna vez recurrió a este tipo de herramientas, nos permitimos preguntarle: ¿cómo le fue?. Creyendo intuir la respuesta, con más razón, renovamos la propuesta de lectura de este breve texto.
Fortnite, Minecraft y WhatsApp, entre otros, es algo que se escucha con frecuencia en quejas de madres y padres que asisten a consulta. Estos juegos o redes sociales no son malas de por sí. La importancia está en qué uso hace cada niño de eso. En relación a esto, con la misma frecuencia también, aparece el ¿cómo ponerles límites a las niñas, niños y adolescentes?
Se podria contestar, a riesgo de parecer simplista (por supuesto que hay que considerar siempre los casos particulares y la singularidad de cada relación), sencillamente: “poniéndolos”.
Decimos sencillamente sabiendo que esto, claro, no es para nada igual a simple.
Además de éste factor actual que mencionábamos arriba, hay un constante bombardeo de consumo al que nuestras niñas, niños y adolescentes están expuestos. Ya que a cada momento se ofrece como imperativo el deber de tener que comprar el último juego, celular, prenda de vestir, etc. Basta ver, para ejemplificar esto, un corte o intervalo de cualquier programa de televisión.
Pero lejos de continuar con una crítica al capitalismo y sus modos de producción, aunque advertidos de ello, retomamos aquella respuesta sobre cómo poner límites, precisamente, para hacer foco en la función del adulto ahí, frente a estas niñas, niños y adolescentes que también son sujetos consumidores.
Nos preguntamos entonces ¿por qué es que a una madre o padre puede resultarle tan dificil tolerar la angustia de decir, sencillamente, NO? Dentro de la sesión escuchamos distintas situaciones: niñas, niños y adolescentes que no pueden recibir la imposición de un límite, o madres y padres que no pueden sostener la palabra, tolerando el enojo y los berrinches frente a la privación.
Ser madre o padre son funciones, no vienen naturalmente programadas, son construcciones que un hombre o una mujer van haciendo como pueden. Una experiencia que se aprende mientra se transita. El espacio de análisis o psicoterapia puede ser un lugar para trabajar estas posiciones, posibilitando que un lazo familiar pueda armarse.
Junto a los nuevos modos de maternidad y paternidad, los límites en la actualidad no pueden imponerse de la misma forma que antes. Además, poner límites no es lo único importante. Es necesario tomarse un tiempo para escuchar, resulta importante para captar de qué manera desea una niña, niño y adolescente, para intentar luego responder a ese deseo de una forma ajustada.
Desde un espacio de análisis o psicoterapia destacamos el valor por la palabra. Que los padres puedan decir que SI o decir que NO y ser consecuentes con esto, puede ser una orientación para los hijos. La solución no viene aplicando recetas, copiando, o consumiendo (volviendo a esta cuestión del mercado) alguna práctica generalizada ofrecida “pret a porter”. La situación de cada hombre, mujer, niño, niña o adolescente es particular. Cuando se pone en juego una situación como ésta, quizás sea la oportunidad, el momento, de detenerse y repensarse: ¿qué lugar y qué responsabilidad le cabe a cada uno?.