Relaciones y lazos amorosos.

El malestar que se puede experimentar en la relación de pareja, puede implicar diversos síntomas: infidelidad, aburrimiento, agresividad, sentirse asfixiado o demandado por la pareja, o al revés, ignorado por el otro.

Estos síntomas a veces se presentan aisladamente, y de manera reciente, y se manifiesta en forma de crisis actual.

En otros casos los problemas se vienen dando desde hace mucho tiempo y de un modo que ya no se puede precisar las razones por las cuales la relación de pareja fue volviéndose tan difícil de soportar, en este último caso se puede escuchar que la pareja intentaba sobrellevarlo hasta que se tornó un rechazo, y deciden consultar.

También es frecuente otro tipo de síntoma, que es el de personas que no logran sostener una pareja estable, o les duele la soledad. Tenemos allí dos vertientes: O la exigencia social a formar pareja se le presenta a algunas personas como un imperativo que puede hacerles sentir como un fracaso el hecho de estar solos. O al revés, algunos exaltan la “soltería” como un supuesto estado de felicidad ideal y sin compromisos, que puede confundir y obstaculizar armar un lazo amoroso.

Tenemos también otros problemas de pareja, de una dimensión extrema, de agresividad y violencia, que acarrean situaciones de riesgo poniendo en juego la vida de las personas.

El otro punto que puede ponerse en juego es el lugar que ocupan los hijos, si es que la pareja los tiene. Las rivalidades, las dificultades de asumir roles, tomar decisiones, mantener límites, el sostén de la privacidad de la pareja. Muchas veces la llegada de un hijo perturba la armonía o el rumbo de la pareja.

El psicoanálisis o la psicoterapia puede tratar este malestar con el otro en el lazo amoroso.

Existe una profunda disparidad entre los seres humanos y sus modos de satisfacción sexual y, paradojalmente, hay una diversidad de parejas posibles con las que cada uno se enlaza sin saberlo.

En Red de Psicólogos en Córdoba, trabajamos creando las condiciones para que las personas que llegan a la consulta desplieguen allí sus síntomas, puedan ubicar los asuntos que les generan sufrimiento y encontrar un modo más apacible de transitar la vida.