Psicoanálisis, ¿qué es y para qué sirve?.

De los distintos tratamientos para el padecimiento subjetivo, el psicoanálisis es uno ellos.

En la actualidad, ya sea desde los medios masivos de comunicación o por parte de gente que nombra conceptos del psicoanálisis sin ser especialistas o sin haber tenido una experiencia con el psicoanálisis, caen en el habitual error de hablar desde el desconocimiento. De este modo alinean una práctica y un cuerpo teórico que tiene un valor de producción muy importante al sentido común. Esto genera mitos y confusiones.

Cuando se recurre a un psicoanalista es porque algo en la vida no satisface, porque se repiten situaciones, se sufre, entre muchos motivos más. El psicoanalista es alguien que escucha, para que la persona que consulta pueda acceder a un saber que alivie su sufrimiento.

Algunos de los prejuicios con respecto al psicoanálisis son: su costo, el diván, el tiempo prolongado.

Esos prejuicios son insostenibles hoy en día. El honorario no es igual para todos, está pensado según cada caso. Por otra parte, desde nuestra Red, sostenemos honorarios institucionales y accesibles, con el fin de que cada quien pueda pagar por ese espacio.

El diván, tan vinculado al psicoanálisis y sobre lo que tanto se ha dicho y escrito, es un instrumento que no es obligatorio. Es posible un psicoanálisis sin diván.

En relación al tiempo del tratamiento. En la orientación lacaniana se escucha y respeta la singularidad y la decisión del paciente. No se impone el tiempo, se hace uso de él precisamente. No hay estándar, la duración de la sesión es variable. El tiempo subjetivo no es el del reloj, y cuando el analista puede hacer una lectura apropiada de los síntomas que han llevado a consultar, los efectos terapéuticos son rápidos, luego cada paciente consentirá hasta donde quiere continuar.

Muchas veces nos preguntamos y trabajamos en encuentros sobre la particularidad de los síntomas contemporáneos. Si decimos contemporáneos es porque necesitamos nombrar algo que ha cambiado en la presentación de los síntomas. El psicoanálisis ha demostrado ser una herramienta muy útil en el abordaje de los trastornos de alimentación, autismo, adicciones y otras patologías, así como también en quien consulta para aliviar su vida.

Actualmente hay una preocupación en el abordaje de la infancia y adolescencia y los psicoanalistas nos interesamos por estar a la altura de ofrecer para estos padecimientos, tratamientos de la manera más ética y sería posible. El psicoanálisis con su bagaje teórico permite hacerlo dando una respuesta diferente a lo que se escucha como líneas de normativización de conductas, en las que lo propio de ese sujeto desaparece.

Los que practicamos el psicoanálisis de la orientación lacaniana nos formamos con tres pilares: el análisis propio, el control y la formación teórica. Esto sostiene una práctica ética y responsable.

Te invitamos a que te acerques a nuestro espacio y conozcas de qué se trata esta experiencia.