Mamá desobediente. Una mirada feminista de la maternidad.

Lejos de un romanticismo e idealización, este libro nos propone una perspectiva crítica sobre el embarazo, parto, lactancia y crianza en nuestra sociedad.

“Mamá desobediente” nos invita a repensar la maternidad desde un lugar por fuera de la norma establecida, desestimando lo dictado por el sistema y la cultura. A contra pelo del sentido común, Esther Vivas nos propone un modo de lectura de la maternidad desde una posición feminista.

Esther Vivas, autora de "Madre desobediente"

Lejos de un romanticismo e idealización, nos propone una perspectiva crítica sobre el embarazo, parto, lactancia y crianza en nuestra sociedad, adjudicándole el real valor histórico, económico, político y social que tiene. Reivindicando así la maternidad, como responsabilidad colectiva, en el marco de un proyecto emancipador.

Su propuesta es poner en tensión, bajo distintas referencias a las diversas corrientes del pensamiento feminista y discursos médicos, culturales, etc., la relación existente entre feminidad, sexualidad y crianza. Politizando los cuidados y a la maternidad misma, de la mano de las denuncias de la violencia obstétrica, la reivindicación de la lactancia o el rechazo a un modelo de pensamiento que excluye a los vulnerables.
Dice la autora:

“Las mujeres conquistamos el derecho a no ser madres, a acabar con la maternidad como destino, ahora el desafío reside en poder decidir cómo queremos vivir esa experiencia".

Cinco consejos para vivir la maternidad desde un punto de vista feminista, por Esther Vivas:

1. Abajo la máscara de la maternidad. Ser madre no tiene nada que ver con lo que nos han contado. La maternidad es justo lo contrario de lo que vemos en el cine o nos retratan las revistas del corazón. Ser madre pone patas arriba nuestra vida personal y profesional. Aceptar las contradicciones de la maternidad es el primer paso para tener una buena experiencia materna. Hay que rebelarse contra esa maternidad color de rosa. Somos madres imperfectas porque los ideales de maternidad que nos han impuesto son inasumibles.

2. Vos decidís. Si estás embarazada infórmate de qué derechos tienes al dar a luz, dónde y cómo quieres parir. Y recuerda: ni el embarazo ni el parto son una enfermedad. Tu cuerpo, en el embarazo, el parto y el posparto, es siempre tuyo. Tienes derecho a un parto respetado.

3. Dar la teta no es fácil. No nacemos enseñadas. Si dar la teta duele, el bebé no se agarra..., pide ayuda. Más allá del personal sanitario, las asesoras en lactancia materna hacen un trabajo excepcional. Y recuerda: tienes derecho a dar la teta donde y cuando el bebé necesite.

4. Necesitamos más ayuda a la maternidad y a la crianza. Para poder vivir de una manera saludable la experiencia materna necesitamos más apoyo a la maternidad y a la crianza, empezando por una baja de maternidad mucho más larga que la actual que ni siquiera permite la lactancia materna en exclusiva durante seis meses, como recomiendan las distintas instituciones de salud. El mercado de trabajo debe adaptarse a la maternidad, no al revés. Ya va siendo hora que se reconozca el valor social, político y económico de la experiencia materna.

5. Si sola no podés, con amigas sí. Criar no es fácil. De aquí la importancia de los grupos posparto, de los colectivos de apoyo a la lactancia materna, de las redes de crianza compartida... que permiten romper la soledad que demasiado a menudo rodea el cuidado de los más pequeños. Y bienvenida también esa enorme blogosfera materna que nos permite juntarnos con otras ni que sea de forma virtual, compartir miedos y alegrías y conseguir el apoyo necesario.

Ficha técnica

Título: Mamá desobediente. Una mirada feminista a la maternidad.

Autora: Esther Vivas.

Editorial: Ediciones Godot S.R.L.

Páginas: 344.


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