El amor en tiempos de chongueo.

El día de los enamorados nos encuentra nuevamente queridos lectores y lectoras. Me gustaría resaltar que estamos en un mes matriarcal, y con mis compañeras decidimos repensar la totalidad de los contenidos. Para hablar de las relaciones modernas acudimos a Mauro Gross, de la Red de Psicólogos en Córdoba, y charlamos sobre el amor en tiempos de chongueo.

Mauro Gross

Para empezar, el entrevistado nos explicó un poco sobre las relaciones sin compromiso, conocidas popularmente como chongueo, un tema que a muchas y muchos nos ha desvelado en más de una oportunidad.

“Más allá de los acuerdos que se tengan en una pareja o al momento de iniciar una, que claro, siempre varían entre las personas, cuestiones como la exclusividad, tiempo compartido, compromiso, etc. suelen sentirse como una carga que, la figura del chongo, disuelve“, comentó Mauro.

Para el psicólogo, el chongo se presenta muchas veces como una alternativa a las demandas que se le exigen a las parejas “tradicionales”. Y explicó que esto viene muy bien para quienes no buscan algo estable.

Sin embargo – profundizó Mauro- en otras personas refiere más a una dificultad al compromiso y de sostener otro tipo de vinculación, que una elección.

“No es casual esta lógica de lazo al modo del chongo en los tiempos que corren” planteó el entrevistado, y me interpeló.

Según Gross , la relación sin compromiso va muy en línea a una subjetividad de la época en que todo puede ser comprado para su consumo. Para Mauro se “tiene” un chongo, del mismo modo que se posee un objeto.

“La otra persona se reduce a una especie de fetiche, instrumento, para el mero placer o descarga. Cosa que en la medida que las dos partes estén de acuerdo, puede servirles”, sostuvo el psicólogo.

El que se confunde pierde. Para tener una relación que rompe los parámetros tradicionales es fundamental tener las cuentas claras.

Mauro resaltó la importancia de no perder de vista de qué modo se encuentran implicados ambas personas, ya que esta ausencia de compromiso, al menos formal, no implica necesariamente un hacer “lo que pinta”, como suelen decir en sesión algunos pacientes sobre esto.

“Aquí es donde aparece la responsabilidad sexo afectiva. En un sentido empático, el entender que los actos que se realizan indefectiblemente repercuten en la otra persona“,concluyó el entrevistado.