Me pasan muchas cosas…

La Lic. Florencia Mandatori nos presenta este ensayo, sobre las consultas en tiempos en que la vida parece interpelarnos por varios frentes, cuestionarnos, y “ponernos en jaque”.

Florencia Mandatori

Que especie “extraña” somos los humanos.

Difícilmente… nos encontramos contemplando nuestra vida y pensando “todo está en orden”, “todo está bien, nada me preocupa, soy inmensamente feliz”. Es difícil, raro, atípico (y estos momentos… ¡vaya que son maravillosos!). Pues, casi siempre… en algún área de nuestra vida (salud, socioafectiva, profesional o laboral, económica, etc.) algo no funciona muy bien, nos frustra, no nos gusta. Sin embargo… esperamos, aguantamos, y soportamos… hasta que varias de nuestras áreas se “desconfiguran”, hasta que nos cansamos de tapar baches, por aquí y por allá.

Y finalmente llegamos a la conclusión de que: “son muchas cosas, no puedo solo, necesito ayuda”.

Cuando eso pasa… consultamos con un profesional de la salud mental. Cuando los consejos de amigos no bastan, cuando la respuesta de nuestras familias o afectos más cercanos nos hacen sentir aún más raros, o cuando googleamos nuestras sensaciones a ver si ALGO nos “devuelve” una respuesta acerca de qué es lo que está pasando con nosotros. Como si buscáramos respuestas concretas de un síntoma físico, pretendiendo prescindir del médico especialista.

Primero pienso: ¿Por qué? ¿Por qué esperar a que casi todas nuestras áreas vitales se conflictuen para pedir ayuda? ¿Por qué no naturalizamos un poco más la comunicación de nuestro mundo interno, nuestro sentir, o simplemente aquello que pienso? ¡Cuánto nos “machacaron” sobre el soportar, el ser fuerte, el “no darse por vencido ni aún vencido”!

Segundo: ¿qué hay de mí, puesto en eso? ¿Qué es lo que puedo modificar? Aceptando que atravesamos situaciones y contextos que nos superan ampliamente… pero también… que soy un actor protagonista y decidido a mejorar este panorama… sencillamente porque “ME HACE MAL”. ¿Qué partecita mía podría – modificándola – CAMBIAR mi experiencia y hacerme sentir mejor?

Tiempos para cambiar

En tiempos de primavera… florece todo. Lo VEMOS en la naturaleza. Así como cambia el clima, como todo reverdece, como nos ponemos más contentos por que ya no hay frio que nos lleva a guardarnos y podemos “salir” a la vida del afuera… también, así, florece nuestra sensación de “no puedo con todo”, de cansancio emocional, de “esto me abruma”. Y expresamos, y necesitamos sacar a la luz aquello que sentimos. Y que guardamos adentro nuestro y al lado del calefactor todo el invierno.

Una de las últimas consultas que recibí fue: “me pasan muchas cosas…. Y tenía miedo de venir y no poder expresarme”. Tal vez… esa persona llegó a su límite, o tal vez, su malestar, necesitó expresarse y florecer como la primavera.

Empezar por lo que “VEMOS” ayuda a profundizar. “veo que… no quiero levantarme de la cama, veo que… no disfruto aquello que me gustaba, que nada me genera mucho bienestar, que tengo mucho miedo, veo que el futuro es nefasto y estoy perdiendo el control… (Tan ilusorio, por cierto)”

Nosotros, los profesionales de la salud mental… podemos ayudar en eso. Podemos ayudar a la expresión de aquello que se mantuvo oculto, y no sabemos cómo “sacar” afuera, como verbalizar.

Podemos, junto con los pacientes, desarmar ese nudo con el que habitualmente transitan un tiempo, y ponerlo sobre la “mesa del trabajo emocional”.

El conflicto y el enredo… son inherentes a lo humano. Y lo más humano, es ayudarnos. ¡Feliz primavera…! Y feliz inicio en este proceso que algunos empiezan al “expresarse, florecer, abrirse, y cambiar”.